¡Blando sueño amoroso, dulce sueño, cubre mis ojos porque vaya a verte, o ya como la imagen de la muerte o porque viva un término pequeño! Con imaginaciones me despeño a tanta pena y a dolor tan fuerte que sólo mi descanso es ofrecerte estos sentidos, de quien eres dueño. Ven, sueño, ven revuelto en agua mansa a entretener mi mal, a suspenderme, pues en tus brazos su rigor amansa. Ven, sueño, a remediarme y defenderme, que un triste, mientras sueña que descansa, por lo menos descansa mientras duerme.
Antonio Carreño. Poesía selecta. Undécima edición, Madrid, 2021, p. 713

Deja un comentario