Cuando doblo la esquina, en la Corporación, media cuadra antes de llegar al trabajo, hurto tu imagen de la memoria y, muy fuerte, como si fuese este un talismán, la junto y la aprisiono muy cerca a mi pecho. Imagino besarte, furtivo. Cuando doblo la esquina, en la Corporación (ahora multiplicada), mi ritual de besarte a escondidas me enciende, ¡todo se enciende! y, en aquella luz, en su suavidad, con prontitud, muy minimizado voy desapareciendo. Media cuadra antes de llegar al trabajo, cuando doblo la esquina, en la Corporación, ahora en el cielo, me sigo aferrando al talismán y, veo caer, púrpuras estelas y, a los oídos, tu canto arrullador.
La Corporación. El Agustino, Perú 27/10/20

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